Siempre fueron tus ojos

Es un libro muy corto que abarca muchos sentimientos. La sinopsis no te advierte de todo lo que disfrutarás de esta historia si decides leerla.
Tomás Villalba se esconde en un barco para escapar de la policía por una acusación que él dice que es falsa pero... ¿verdaderamente lo es? Sin embargo, se queda dormido y se despierta dándose cuenta de que van rumbo a Inglaterra, lo cual no cabía en sus planes. al principio parecía que la situación se estaba solucionando hasta que decidió subirse al famoso Titanic para volver a casa con su amada esposa.
Aunque al principio no lo parece, el título tiene muchísimo que ver con la historia y los acontecimientos posteriores al fatídico día en el que se hundió el Titanic. Yo no lo entendí hasta el momento donde todo conecta en el final tan emotivo, se me pusieron los pelos de punta. Por supuesto, todo el mundo sabe lo que ocurrió con el Titanic y así se relata en el libro. El incidente y lo que pasa con Tomás se describe muy bien y no da lugar a confusión.
La ambientación junto con sus personajes hacen que te adentres en la historia, conocer cómo eran y vivían las personas de las diferentes clases sociales.
El destino es muy caprichoso y el autor me hizo sufrir con cada capítulo, ansiaba llegar al final y descubrir qué le deparaba a Tomás, a su mujer y a otros personajes que fui conociendo mientras avanzaba la historia.
La narración no es tediosa, se hace muy fácil y rápido leer el libro y, con cada capítulo, aumentan las ganas de seguir leyendo. Tomás es un personaje tremendamente real y cercano, con sus inquietudes y miedos le hacen humano, no parece que solo exista en la imaginación del autor.
No tengo palabras para describir lo que me transmitió esta historia.
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