A veces un árbol sano puede crecer en la roca desnuda, solo con una pequeña grieta que sujete sus raíces en la pendiente de una colina pedregosa donde no se ve ni un sólo rodal de tierra decente, pero el árbol seguirá teniendo una copa verde y frondosa incluso en el verano más seco. Si pegas la oreja a la tierra, se puede oír el fluir de un pequeño manantial. Todos estos árboles tienen el suyo, y hay personas a las que le pasa lo mismo.
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