La poesía no es mi fuerte, no le he encotrado nunca el punto, quizá porque necesita una paciencia que nunca me otorgo en la lectura, pero la poesía en forma de prosa, que este título nos ofrece, me ha metido de lleno en el mundo de van Gogh desde el primer momento. No es un libro biográfico, ni siquiera va a hablar de la historia artística del pintor, es solo una oda, una canción a todo lo que le inspiró en su vida. Habla de su hermano fallecido un año antes de que él naciera, de su relación con su hermano menor, de la gente que le rodeó en los momentos importantes de su vida, de su forma de pintar, de sus amoríos, de su oreja... Pero lo más importante, se nos resume sobre todo su color. Ese tono de amarillo que tanto se representa en sus obras, esas de las que solo vendió tres estando vivo y que su propia cuñada tuvo que encargarse de promocionar por el mundo hasta que su fama alcanzó el nivel de locura. Es una lectura muy rápida, no tiene pausas largas, puesto que está creado inspirándose en las pinceladas casi a cuchilla que hacía el pintor, y quizá puede hacerse frenético el aproximarse a la obra; pero es un lenguaje artístico que nos acerca tanto a los propios sentimientos de Vincent van Gogh, que es muy difícil no verse en Arlés, en aquella casa amarilla, en los prados, en toda su historia. Me quedo gratamente sorprendida de que en tam pocas páginas, se cuente una historia tan grande. + Leer más |