Tras un accidente aéreo, un misterioso contenedor negro llega a la isla de St Kilda, en el mar del Norte. La caja custodia un ente con poderes paranormales capaz de introducirse en el subconsciente de las personas y manipular su conducto para lograr sus fines que, en este casos, consisten en salir de su prisión. La novela nos relata la historia de supervivencia vivida por varios habitantes de la isla que se oponen a la apertura de la caja y que tendrán que luchar para hacer frente a los impulsos homicidas del resto de la población. Es un survival horror, contado desde varias perspectivas narrativas en función del personaje que tiene el foco en cada capítulo. Para mí ese es uno de sus defectos: el cambio de perspectiva narrativa. Lo es porque convierte la historia en redundante en muchos casos al verse obligado a explicar cosas que el lector ya conoce (porque el narrador omnisciente se lo ha explicado), pero que de no relatarlas el narrador en primera persona, perdería coherencia narrativa. Por lo tanto, se pierde ritmo narrativo en beneficio de la coherencia; aunque nada de esto habría hecho falta de haberse narrado todo en tercera persona. |