Entre los muertos

Illumbe, ¡vaya pueblo! Durante las tres entregas, nos ha tenido a los lectores en vilo, y resulta que hay una conexión argumental entre los 3: Nerea Arruti la agente de la Ertzaintza en Illumbe, que es quien llevaba la escasa investigación policial en los dos primeros títulos, ahora, es la protagonista absoluta.
Además, el libro de Félix Arcarazo también sale a relucir en esta ocasión, y es que en Illumbe hay mucha, pero que mucha intriga: ¿quién es Belea, también llamado El Cuervo?, y ¿qué se esconde tras la muerte de Kerman?
Esta es la típica historia de policía que está involucrada en el crimen que ella tiene que investigar y ha de hacerlo rápido, porque el tiempo corre en su contra, en cualquier momento, los otros Ertzaintzas de su comisaría, descubrirán su papel en el caso y se acabará su vida como policía y hasta puede que termine en la cárcel.
Pero su compañero Aitor Orizaola, su Sancho Panza, cree en ella y la ayudará fielmente en todo ese tortuoso camino. Arruti tiene que ir a Londres en un vertiginoso viaje, tiene que colarse en la vida de los poderosos de su entorno y tiene que hacer de tripas corazón ante su hipocresía y su supuesta superioridad: “Era un tío de barrio, pero con estilo, y estaba bastante bien educado a pesar de todo. -Ya…-Aplaqué una llamarada de fuego que saltó desde mis tripas en ese momento”
Mikel Santiago aprovecha siempre muy bien las tramas de sus novelas para hacer crítica social, eso es algo que me gusta mucho, y sus finales. Los finales de esta trilogía son épicos, todo ello y su narrativa, lo hacen altamente recomendable.