Una historia trepidante que me he leído en nada a pesar de sus muchas páginas, tengo que decir que no me ha engañado con el culpable, aunque casi. Muchos sospechosos y todos ocultan algo, me ha parecido muy original la trama y el desarrollo del libro y sobre todo me ha gustado Diego, su protagonista, con su forma de contarnos todo y su personalidad algo cínica, un cobarde valiente, que se reprocha constantemente sus acciones y debilidades pasadas y presentes. El principio es impactante, con un suceso en 1999 y una desaparición, no sabes muy bien quien lo cuenta, después nos vamos a otro caso 20 años después, la muerte de un amigo e integrante de una banda de rock de un pequeño pueblo del País Vasco. Lo que ocurrió hace veinte años ha marcado la vida de todos ellos, de sus familiares e incluso del pueblo. Un reencuentro que sacara a la luz muchas cosas y no todas buenas. Me ha gustado porque me ha hecho pensar, dudar de todo y de todos, una trama muy bien hilada entre el presente y el pasado, contada en primera persona por Diego y los capítulos del pasado son muy breves, tipo aclaratorio de algunos sucesos, todo muy necesario y bien integrado en la historia. Conforme avanzamos nos encontramos con nuevos datos, giros y sospechosos. Se nota la buena documentación y el conocimiento de los lugares, las costumbres y sobre música, grupos y el ambiente donde se mueven. La resolución del caso no me ha sorprendido en la persona o personas implicadas, aunque si en las formas, ha sido un gran descubrimiento para mí este autor y espero repetir en breve. Lo recomiendo. |