Álex, un joven de 28 años de despierta en una habitación de hospital tras un accidente y con una grave amnesia que le ha hecho olvidar por completo las últimas 48h de su vida. Su único recuerdo es haberse levantado herido en un lugar desconocido junto a un cadaver y con el arma homicida a su lado. Mikel ha conseguido volverme a hacer amar a un género en el que últimamente me costaba acertar con la lectura adecuada. Se mantiene la intriga en todo momento con multitud de giros que consiguen despistarnos por completo y sospechar hasta de uno mismo. No he llegado a estar segura en ningún momento del culpable hasta completamente el final. Altamente adictivo y fácil de leer. Ideal para desconectar del mundo y sumergirnos en los parajes de Ilurbe (pueblo ficticio donde sucede la historia). Por ponerle un pero es ese final un tanto demasiado rebuscado y hasta cierto punto irreal. Gracias Mikel por haberme hecho disfrutar de este libro de principio a fin. |