El mentiroso

Alex despierta en una fábrica abandonada junto al cadáver de un hombre al que no conoce, con una piedra y restos de sangre, decide reconstruir lo que le ha podido pasar pero tiene un problema, no recuerda apenas nada de lo que le ha pasado y lo poco que recuerda es mejor que no contarlo a nadie.
Así comienza la última novela de Mikel Santiago, que se ha convertido en uno de mis escritores favoritos, cada novela que leo de él me gusta más que la anterior, por lo que esta se ha convertido en una de mis novelas favoritas del autor. Una vez empecé a leerla, no pude parar, me duró tres días.
Ambientada en los parajes vascos, el autor te lleva por donde él quiere y hace que no sepas lo que va a pasar, que no sospeches de nadie y que sospeches de todos a la vez y que no puedas parar de leer.
Me ha gustado muchísimo, aparte de la historia, la ambientación, se nota que el autor conoce y ama su tierra y eso lo transmite a través de sus páginas. No puede dejar de recomendaroslo.