Macarena está hecha un lío: está enamorada de su compañero de trabajo, Toni, que está casado y, aunque le ha prometido que va a dejar a su mujer, ha resultado ser un mentiroso. Pero Macarena está enganchada a él, a su olor, a todo lo que le da en sus increíbles noches de pasión. Está harta de que todo le salga mal y la cosa se pone peor cuando su madre le deja a su hermana pequeña para que la cuide y su amiga Ana le encasqueta a su madre, que se acaba de divorciar. de repente, se ve con una niña de 8 años que se porta muy mal y con una señora entrometida. Con este panorama, aguantando a Doña Croquetas y al gremlin, Macarena conocerá a Álvaro, el profesor de su hermana, un hombre que es prácticamente perfecto. Juntos, se verán envueltos en unas situaciones bastante ridículas en las que Macarena perderá la poca vergüenza que le queda. ¿Qué pasará cuando Macarena se dé cuenta de que está demasiado enganchada a Toni? ¿Será valiente y dará por terminada una relación que está abocada al fracaso? ¿Se dará la oportunidad de conocer al hombre que se esconde tras una timidez poco común? La historia que se esconde entre estas páginas es ABSOLUTAMENTE ADICTIVA. Una vez comienzas a leer, es imposible parar de devorar las páginas. La trama está llena de momentos hilarantes, en los que Macarena es la protagonista perfecta. Es divertida, atrevida y sensible a la vez; un auténtico huracán de mujer que arrasará con Álvaro y con todo lo que se le ponga por delante. Por otro lado, los personajes secundarios son muy especiales. Doña Croquetas y Flor me han encantado y me he divertido mucho con ellas. Y Álvaro es uno de esos personajes masculinos que enamoran: un hombre diferente, honesto y leal. Es un hombre que esconde pasión en la mirada y que se volverá adicto a Macarena. Sin embargo, no todo en esta novela es divertido. También hay espacio para el drama. Todo se torcerá y Macarena llorará, se equivocará, y volverá a sonreír cuando comprenda lo que le dicta su corazón. Les invito a conocer la historia de Macarena porque no les defraudará. |