Yumi y el pintor de pesadillas

En esta tercera novela secreta, dos personas muy diferentes de dos planetas muy dispares, acaban unidos por la magia para realizar una misión en cada uno de los lugares de procedencia.
Yumi es una chica que ha sido elegida para llamar a los espíritus que ayudan a los habitantes de su mundo, Nikaro es un integrante del grupo que, a través de la pintura, ayuda a los suyos contra las pesadillas. Ella vive en un mundo de calor, él en un mundo de tecnología. Ella no ha tenido elección, él ha escogido esa profesión.
Me ha gustado mucho más que la anterior, pero menos que Trenza. La disparidad de los protagonistas es muy interesante, la trama me parece muy original y la ambientación es la que se espera del gran Sanderson. Hay algunas situaciones que me han hecho reír a carcajadas, pero también otras que han logrado emocionarme. Es una gran montaña rusa, que si bien es cierto, tarda un poquito un arrancar, llega a velocidad de vértigo en algunos capítulos.
Me ha encantado la manera en que lo hila todo, aunque alguna explicación se me ha escapado, no soy lo que se dice una especialista en astrofísica. Volver a saber de Hoid, aunque haya perdido parte de su encanto, también ha sido toda una sorpresa.
El resto de personajes secundarios tienen su gracia, Diseño es la caña, de lo mejorcito de toda la novela, pero el grupo de pintores tampoco tiene desperdicio, con su encanto cado uno a su manera, me gustaría saber mucho más de Masaka, tiene mucho que desarrollar.
Aunque el final lo esperaba, me hubiera gustado más con la otra opción, ¿qué le voy a hacer? Soy así de rarita, con el capítulo anterior hubiera quedado perfecto, pero claro, no sería del gusto de mucha otra gente.
Una novela que me alegro de decir que sí os la recomiendo, después de la decepción anterior.