Un poco juvenil para mi gusto. Me encantó la idea de una travesía por mar en la que van sucediéndose aventuras, a lo Travesía del Viajero del Alba, pero me dio la impresión de que la historia quedaba muy en segundo plano y que el protagonismo se lo lllevaron las esporas, de las que ha hecho un auténtico estudio científico, y sus monólogos moralizantes, que no paraban de interrumpir la historia. Esto me hizo plantearme abandonar el libro cuando iba por la mitad. Además, la historia, para ser Sanderson, ha quedado algo descafeinada y desabrida, incluso en los momentos más álgidos. Espero que las siguientes novelas secretas suban un poco el listón.
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