Trenza del mar Esmeralda

Y aunque con frecuencia podemos escoger nuestros actos, rara vez estamos en condiciones de escoger las consecuencias.

-¿Es valiente o estúpida?
-Aún no lo hemos decidido.

Un gran error que comete la gente es dar por hecho que a quienes hacen trabajos manuales no especializados no les gusta pensar. La labor física es algo maravilloso para la mente, porque deja tiempo a espuertas para meditar sobre el mundo. Otros empleos, como el de contable o escriba, exigen poco esfuerzo del cuerpo, pero drenan la energía de la mente.
Si quieres hacerte narrador de historias, mi consejo es que vendas tu esfuerzo pero no tu mente. Si me asignaran diez horas al día fregando la cubierta, la de historias que podría imaginar. Pero si me asignan diez horas al día haciendo cálculos, lo único que imaginaría es una tarde libre de pensamientos al terminar y luego una cama calentita.

La mayoría de la gente nunca vive de verdad, Trenza, porque teme perder los años que le quedan, años que también pasará no viviendo. Es la ironía de una existencia cautelosa.

La gente se define a grandes rasgos por las cosas que le gustan, Trenza. Es lo que nos distingue a unos de otros, ¿sabes? Siempre se habla de lo importante que es la cultura, pero ¿qué es la cultura? No es el gobierno, ni el lenguaje, ni ninguna chorrada por el estilo. Son las cosas que nos gustan. Las obras de teatro, los cuentos, las canicas.

Los habitantes del planeta rezaban a las doce lunas como a dioses, lo cual no pongo en duda que es mucho más ridículo que lo que sea que veneres tú.


Hahahaha gracias por el insulto gratuito Brandon Sanderson

La muerte creaba mártires. La humillación creaba siervos.

No es ninguna novedad que los regalos sean el secreto de la popularidad. Eso y estar en condiciones de decapitar a cualquiera a quien le caigas antipático.

Dicen que esperar es el suplicio más atroz que imparte la vida. En este caso, quienes lo dicen son los escritores, que no tienen nada útil que hacer, así que ocupan el tiempo pensando en cosas que decir. Cualquier trabajador honrado te dirá, en cambio, que tener tiempo para esperar es todo un lujo.

[...] Porque la "vida", como concepto, es un constructo humano. Somos nosotros quienes la definimos. A la naturaleza le trae sin cuidado; lo ve todo como un proceso químico. No podría darle más igual que un puñado de carbono, hidrógeno y oxígeno decida un día que en realidad preferiría sentarse en un sofá y no en un banco.
En consecuencia, algo está vivo si nosotros decidimos que lo está.