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Joel estudia en la academia Armedius, una academia exclusiva donde los estudiantes son de padres ricos. Hay dos tipos de estudiantes los normales y los rithmatistas, un tipo de habilidad que hace que los que la poseen puedan dar vida a dibujos hechos con tizas y con ellos realizar combates. El problema de Joel es que ni es rico, ni es rithmatista, aunque es lo que más le gustaría del mundo por lo que se sabe al dedillo toda la teoría aunque no la pueda poner en práctica. Un día, empiezan a suceder unas misteriosas desapariciones de alumnos rithmatistas y Joel se ve envuelto en la investigación como ayudante del profesor Fitch, un gran rithmatista. El libro me ha gustado, pero no me ha entusiasmado. Lo que más me flipa de Brandon Sanderson es que no se queda solo en "hay gente que es capaz de hacer dibujos con tizas y cobrar vida", no, no, el idéa toda una lista de reglas y limitaciones. Me parece también increible como consigue dar emoción a un combate hecho exclusivamente haciendo dibujos en el suelo, como si estuvieras viendo un batalla a muerte con espadas. El final, aunque se queda cerrado, lo deja para una continuación, aunque el libro es de 2015 y estamos a 2019, no se si es que lo tendrá aparcado o abandonado. Pero bueno, no es una mala lectura, pero no lo he disfrutado tanto como por ejemplo si que hice con la saga de los Reckoners. |
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