(...) -Verás, esto me lo ha dado una turista peruana y me explicó que en su cultura ven la vida como un espiral.Y me gusta pensar que es así.
-¿Cómo sería eso?
-Mira, el espiral es como un círculo pequeñito dentro de otro más grande y de otro, todos conectados por los extremos, como un laberinto redondo que va desde el interior al exterior. Para poder llegar de uno a otro tienes que pasar por lugares similares, pero que no son exactamente el mismo. Así es la vida para ellos, es un camino en el cual uno va incorporando experiencias, historias, errores y vuelve a pasar por los mismos lugares, pero cambiado, con aprendizajes y con cicatrices también. Toma, quédatelo.
-¡No puedo aceptarlo! Es tuyo.
-Sí, y te lo estoy dando. Ya me lo devolverás cuando nos reencontremos en este mismo lugar, pero dentro de un tiempo, cambiados pero iguales.