La malnacida

La primera vez que me crucé con este libro lo primero que llamó mi atención fue la imagen de la cubierta. Los ojos de esa niña; su mirada intensa, dura y enigmática. Necesitaba conocer que escondían unos ojos que decían tanto y que estaban convenciendo a tantas lectoras, entre las que ahora me incluyo.
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La novela nos traslada a la Italia del fascismo; la del totalitarismo, la religión y la familia, la tradición, la de las mujeres en casa y la de la represión política y el pensamiento único. En este escenario dos niñas se hacen amigas. Maddalena es "La Malnacida", la que trae mala suerte. A pesar de esta advertencia, Francesca no puede evitar sentir fascinación por esa niña que se comporta de una forma muy distinta a como ella ha sido educada. Maddelena representa el fin de las ataduras, la rebeldía y los juegos que le estan prohibidos. La amistad de ambas se convertirá en un vínculo tan fuerte que superará la superstición, la diferencia de clases, la oposición de los adultos y el horror de la guerra.
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La narración de Beatrice Salvioni es ágil, sencilla y efectista. La escena con la que arranca la novela es tan brutal que es imposible no quedar atrapada. La historia tiene la fuerza suficiente para no olvidarla, aunque me hubiera gustado que la autora profundizara un poco más en el desarrollo de algunos temas y en algún que otro personaje.
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Sin duda os la recomiendo, más si os gustan las novelas de aprendizaje y aquellas en las que se pone en valor la amistad y la sororidad. Merece la pena conocer a estas dos niñas. La autora ha empezado con muy buen pie en el mundo literario y habrá que seguirle la pista. Si me permitís un consejo, os diría que no os dejéis arrastrar por el vendaval de premios y reconocimientos que acumula la novela y la leáis sin la presión de las altas expectativas, la disfrutareis mucho más.