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Hoy os quiero hablar de Bambi, de Felix Stalten e ilustrado por Benjamin Lacombe, en una edición maravillosa. En un principio, este libro me llamaba la atención por estar ilustrado por Lacombe, la historia me creaba curiosidad por ver cómo es la original, pero el único referente que tenía (la película de Disney) no es de mis favoritas, así que no sabía qué esperar. Por eso me sorprendió descubrir todo el simnolismo que ocultaba esa historia que, a primera vista, puede parecer infantil. Se trata de una historia metafórica sobre la Segunda Guerra Mundial y la persecución que sufrió el pueblo judío. Jamás me hubiera imaginado de detrás del pequeño corzo que todos conocemos existiera una historia tan dura de supervivencia. Una vez que te das cuenta de ese transfondo, ves la historia con otros ojos: la persecución, el miedo, la muerte... Es un libro más duro de lo que puede parecer en un primer momento. Por eso se agradece la sutileza y belleza de las ilustraciones que incluye Benjamin Lacombe. Se centra en las pequeñas cosas, en la belleza del bosque y los descubrimientos que hace Bambi a lo largo de su crecimiento; e ilustra de forma muy sutil su miedo y la muerte de la cual es testigo; cómo pasa de la ignorancia a descubrir qué es realmente lo que le rodea. Del mismo modo que te hace ser consciente de esa dureza, el libro también está plagado de momentos tiernos y llenos de felicidad. Somos testigos de cómo Bambi descubre el mundo, como hace amigos y conoce a otros animales del bosque. La inocencia de nuestro protagonista hace de él un personaje muy tierno, al cual se coge cariño en seguida. Por eso también es interesante ver cómo va cambiando, como esa primera ternura e inocencia se va alejando a medida que va creciendo y va descubriendo cómo es su mundo en realidad. En general, es una belleza de libro que, lejos de resultar infantil, tiene un transfondo profundo, que se lee entre líneas. Un libro que merece la pena por su historia y por las ilustraciones tan maravillosas que lo acompañan. |
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