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Además de los miles de recomendaciones de guardo de este mundo de cuentas literarias, me gusta recorrer librerías, revisar estantes y ver qué encuentro. Así fue como di con esta novela de Eduardo Sacheri “Ser feliz era esto”. Me pareció un maravilloso título, y pensé que con semejante título todo lo que viniera después tenía que ser bueno. Realmente disfrute mucho esta lectura, tanto que anoche termine tarde de leer para cerrar la historia de Sofia y su padre. Sofia es una adolescente de 14 años que llega a Buenos Aires desde Villa Gesell (Argentina) buscando a su padre Lucas. ¿Por qué lo busca? Porqué su madre ha muerto y no tiene más familia de sangre. La forma de narrar responde a quien nos cuenta la historia que es Sofia, la protagonista. A través de sus palabras vamos conociendo lo que sucede y lo que ella piensa. Tiene frases muy graciosas y momentos en donde sus palabras nos trasmiten la angustia que vive. Si bien el tema de la novela puede sonarles como un tópico conocido en literatura o el cine, la hija o hijo que busca a su padre, Sacheri construye una historia magnifica, bien contada llena de sensibilidad. La vecina macanuda pero que habla como una radio de manera que vuelve loco al más cuerdo, las directoras de colegio con cara de “vinagre vencido”, esas personas que te caen mal al principio pero que al rato te caen mejor. El mundo adulto desde la mirada de una joven reflexiva y ocurrente. La búsqueda por superar las perdidas, las reacciones que tenemos ante lo inesperado, lo mezquino que somos a veces. Los miedos y los sueños frustrados, lo que somos como adultos y lo que soñamos ser. El éxito y la fama. No es un libro lastimoso, porque como nos dice la protagonista al comienzo de la historia “Si hay algo que Sofía odia es que le tengan lástima. Esa miradita de la gente cuando se les nota que están pensando “Pobre chica, mirá lo que le pasó”. Lo odia. Los odia”, no le gusta que le tengan lástima. Siento que es una historia que ayudan a sentirnos menos solos ante las situaciones de perdida y dolor que enfrentamos día a día y a valorar esos momentos pensando “Ser feliz era esto”. |
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