Poco se puede escribir de un genio como Rulfo que no se haya dicho. En esta su primer y única novela todo embona perfecto: la atmósfera densa donde el paisaje rural y el ambiente tétrico hilvanan en el subtexto su propia voz para hacer eco a protagonistas fantasmagóricos y a la vez tan definidos, pasionales e imperfectos. El tiempo, la niebla, las piedras, los silencios dicen mucho en esta historia de amor, maldad y venganza donde la línea entre la realidad y el sueño es difusa y se pierde entre las suaves brumas de muerte que circundan todo el panorama. Novela de desconciertos y revelaciones donde Rulfo lleva un relato común en un lugar común de México a las intrincadas dimensiones de la fantasía y el mito con una maestría de escritor que nadie ha repetido.
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