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Escribo esta reseña haciendo algo de trampa, y es que ya he terminado la trilogía completa para cuando me siento a escribir esta reseña. Llevo ya dos meses desde que lo leí y puedo decir después de haber dejado correr el tiempo entre nosotros, que sin duda este es mi favorito de la trilogía. No es el que mejor escrito está, ni de lejos, no deja de ser el primer trabajo del autor y se notan ciertas decadencias en su pluma. Pero esta historia tiene un aura en su conjunto, que puedes sentir por qué fue lo primero que decidió publicar (Anteriormente, escribió más historias que prefirió que nunca viesen la luz del sol, o nuestras narices sobre sus letras, dependiendo del punto de vista) La historia es bien sencilla, pero el autor va dejando migas de pan, pequeños sellos distintivos que marcaran mucho una simbología que veremos en posteriores obras. Viviremos el presente, y como este se va viendo afectado por un pasado algo tétrico y turbio. Sin lugar a dudas lo mejor de esta novela es su villano, tan característico por sus diferentes formas y personalidad, además de su sonrisa y falta de pestañeo. Así como todo el trasfondo que construye el autor detrás del personaje, que no hace sino aportar un aura de misterio tétrica que llega a incomodar. de los tres libros este es el que más reparos me ha llegado a dar y ha sido en exclusiva por este villano. Una ambientación impresionante, que hace contraste entre la oscuridad e incomodidad que produce el villano y sus escenarios, con la belleza y claridad de la playa, las conchas, y la visión del faro en la lejanía. Unos personajes que se quedan en tu corazón por su inocencia y valentía. Sin lugar a dudas una historia para releer mil veces. |
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