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La lectura de este libro, que para mí, ha sido relectura, ha sido como redescubrir un libro nuevo que no encontré la vez anterior. Este es el que, en su momento, menos me gustó de la tetralogía. Y hoy, no me ha gustado más, pero sí lo he entendido mejor y eso es un plus. También gracias a los debates, he entendido cosas que no me cuadraban. Sí que seguimos en la Barcelona de El cementerio de los libros olvidados pero aquí nos encontramos con unos personajes mucho más pintorescos e incluso sobrenaturales, lo cual, como continuación de la sombra del viento, no me casa demasiado. Como obra autoconclusiva me hubiera encantado pero no así, como parte de la saga. Si algo se caracteriza en los Sempere es que tienen los pies en el suelo, de ahí que no termine de entender este libro como segunda parte. La pluma de Zafón, como siempre, es magnífica. Te atrapa, te envuelve y no te suelta. Leer a este autor, independientemente de qué libro, siempre es un placer. Deseando estoy de seguir con el tercero, mi segundo favorito en su momento.
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