Quizá un poco menos brillante que Harry Potter y la piedra filosofal, pero sigue cumpliendo el objetivo de entretener y hacernos disfrutar. El tercero, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, fue tan bueno (mi favorito de la saga) que dejó un poco descolorada en la comparación a esta cámara de los secretos, a la que pese a todo he decidido mantener las cuatro estrellas... porque magia a borbotones.
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