Entretenidísima novela juvenil, que es básicamente un retelling de Harry Potter contado por varias voces. Mi preferida es la del vampiro Baz y un poco menos la del Elegido más chusquero de la historia, Simon. Por qué hemos traducido Carry On como Moriré besando a Simon Snow (que es una de las frases de la novela) es un misterio sin resolver. Hechizos con canciones pop, clasismo, hechiceras feministas, guerras civiles, personajes LGTBQ, política y agujeros negros de magia, Moriré besando a Simon Snow tiene de tó y por haber hay hasta guiños a Crepúsculo. En fin, que la historia fluye estupendamente hasta la parte final, que es inexplicablemente (para mi) la más aburrida de todas, cuando entiendo que debería ser apoteósica.
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