Cuando leí que el autor clasificaba “El algoritmo de Darwin” como techno-thriller, reconozco que tuve mucha curiosidad con lo que podría encontrarme y ha sido una gratísima sorpresa. M. A. Rothman consigue crear una historia de buen ritmo manteniendo al lector en vilo respecto al enigma científico que se esboza ya en las primeras páginas. A partir de este momento, juega con el lector ofreciendo pistas acerca de las posibles conexiones que puedan unir todos los acontecimientos misteriosos que están ocurriendo al mismo tiempo. Por otro lado, valoro que el escritor nos adentre en el mundo fascinante del genoma humano y algunos de los conflictos éticos que la investigación genética lamentablemente suscita precisamente por las posibles aplicaciones de algunos de sus resultados. El investigador Juan Gutiérrez se encuentra en una fase avanzada de su trabajo científico para hallar una cura contra el cáncer. A través del estudio del genoma de algunos animales que han presentado una resistencia a esta enfermedad, cree poder aislar un algoritmo que le permita predecir la evolución de una especie a través de miles de años y aplicarlo a los humanos para conseguir la ansiada inmunidad. Por su parte, el analista forense del FBI Nate Carrington, se halla ante una serie de misteriosas muertes en diferentes partes del mundo que parecen tener algo que ver con otro tipo de aplicaciones de este patrón denominado “Algoritmo de Darwin”. Siempre me ha fascinado todo el mundo de la investigación en genética y adentrarme en una novela que toque este tema de una forma tan original ha sido una delicia. El autor consigue atrapar con sus conocimientos científicos que, aunque explicados de una manera bastante llana (a esto ayudan mucho los personajes que se encuentran fuera de la esfera de especialidad del protagonista o directamente legos en la materia), nos lleva por derroteros muy complejos logrando una trama especialmente absorbente. Quizás me han quedado algunas dudas acerca del final y de la explicación de las muertes, pero han sido hilos muy concretos que en nada han lastrado mi disfrute del libro. Además, Rothman nos transporta a escenarios muy diversos (en algunos casos como el de la isla nos podemos llegar a preguntar qué tiene que ver en principio con el argumento principal) de una forma muy visual casi como si de una película se tratase. Por otra parte, hay que destacar las interconexiones que crea entre los personajes y cómo los va uniendo al hilo de los sucesos. En este sentido, el papel que toma Kathy me ha parecido crucial y su devenir, casi siempre en el ojo del huracán de alguna manera, me ha resultado sobresaliente. Creo que además el autor trata un tema primordial hoy en día y logra tocar especialmente la fibra sentimental al hablarnos tangencialmente de los problemas que puede suscitar una investigación tan necesaria como la que se nos presenta. Si bien en este caso han sido exagerados y novelados, la propia base es muy real y se refiere a la aplicación indebida y lucrativa de sus resultados. Considero que esta mezcla de ficción que derrocha tensión con ese realismo de la investigación genética que invita a reflexionar nos arroja como resultado una trama de infarto con un broche final espectacular. + Leer más |