Viajamos a Copper Falls para conocer a nuestra protagonista Lizzie: esposa, ama de casa y propietaria de una casa en el lago de la cuidad que alquila a diferentes inquilinos. Un negocio que todos sus habitantes ven con malos ojos y que se transforma en motivo más, para apartarla y despreciarla. "Me llamo Lizzie Ouellette, y, si estás leyendo esto, es que ya estoy muerta" Es la frase con la que da comienzo la novela y teniendo en cuenta la cantidad de enemigos que tiene...¿Quién ha dado el paso de acabar con su vida? La historia está contada por tres personajes. Bird: investigador encargado de resolver este asesinato. Adrienne: famosa escritora e influencer, esposa de un multimillonario desgraciado después de arruinar a muchas personas. Y por Lizzie que nos contará su vida desde su infancia. Esta parte ha sido la más dura debido al bullying que sufrió durante toda su vida. La estructura me ha encantado. La narración es fluida, los personajes están bien caracterizados y además muestra gran parte de realidad con respecto a las redes sociales. El libro me enganchó desde el principio y aunque desde las primeras páginas conocemos la identidad del asesino, desconocemos el motivo por el cual actúa. Hasta aquí todo bien hasta que llega ¡el giro! Y desde ese punto la historia se vuelve por completo un sinsentido lleno de surrealismo. No soy de dejar lecturas sin terminar y me costó continuar pero siempre con la esperanza de que el final salvará esta historia. Tristemente no ha sido así. Me ha faltado algo, esperaba un acontecimiento que no ha sucedido y que le hubiera dado en parte una lógica a lo acontecido anteriormente... En definitiva, un lectura que ha ido de más a menos, que se lee de forma ágil pero de la que esperaba muchísimo más. + Leer más |