Rosa Montero nunca defrauda. Es una historia de vidas corrientes, no esperéis encontrar nada de aventuras ni tramas trepidantes. Hay un misterio que se irá resolviendo a lo largo del libro que involucra a un personaje y explica el por qué de su forma de ser. Me gusta porque es un canto a la alegría de vivir, a la esperanza y a las ganas de empezar de nuevo. Cualquiera sería afortunado de tener una Raluca en su vida. Me quedo, como siempre, con las reflexiones que te presenta la autora a tenor del conflicto principal. Como ejemplo os dejo con esta: " Lo que llamamos locura no es más que un desesperado intento de sentir menos dolor". |