Esta segunda parte me ha resultado más intensa y adictiva. Me he sumergido en el ritmo vertiginoso de la historia. La autora nos ha querido mostrar mucho más que una historia romántica; ha puesto de manifiesto uno de los mayores problemas de la sociedad actual. Acabé con una intuición al terminar el primer libro y se hizo patente durante el segundo libro. A veces la falta de sorpresa es lo que esperamos de una historia porque es lo que nosotros imaginamos. Sin duda, seguiré leyendo a esta autora.
|