La lectura de esta novela me ha absorbido y me ha vuelto a enganchar como la primera parte. He vivido una infinidad de sentimientos contradictorios a lo largo de la lectura. Me he puesto en tensión, he sentido impotencia, me han dado ganas de sacarlos del libro y tener unas palabritas con ellos por culpa de sus actitudes y he terminado con ganas de abrazarlos y decirles que todo va a salir bien. Ha sido como ir montada en una montaña rusa. En esta parte de la historia, Noah y Nick siguen luchando contra sus propios monstruos, contra su pasado y contra las personas que no desean que su relación funcione. Seguirán tomando malas decisiones que los llevarán a romperse el corazón de una manera brutal. Noah llega a tener una actitud bastante reprochable a lo largo de la novela, aunque entiendo que está confusa, perdida y sigue teniendo un trauma que va a ser muy complicado que supere. Nick sabe lo que quiere y lucha por ello, pero no entiende que su comportamiento no es siempre el adecuado y debe tener más empatía y tratar de comprender lo que Noah está viviendo y sufriendo. 🔸✳️🔸✳️🔸✳️🔸✳️🔸 Bajo mi punto de vista, en esta segunda parte, la relación entre ambos se vuelve borrosa porque no se comprenden, los celos hacen su aparición y no toman las mejores decisiones a la hora de intentar resolver los problemas que surgen en su relación. Por otro lado, terceras personas envenenan todo lo que ambos están viviendo y eso se convierte en otro obstáculo para lograr mantener una relación sana y sin ningún tipo de toxicidad. Nuevos secretos salen a la luz hacia el final de la novela y me he quedado con la boca abierta con los giros en la trama. Los personajes experimentan momentos de pura adrenalina y la manera de expresarlos por parte de la autora hacen que sientas su rabia como si la vivieras en primera persona. |