Tan frágil mi hielo

Una historia que te encoje el corazón y que te engancha nade más empezar, pues el hecho de ver lo vulnerable que es Nivi, la inseguridad que tiene, por todo lo que ha tenido que pasar y que en cada capítulo se vea reflejado todo lo que lucha por superarse y encontrar su sitio, te hace que no puedas parar de leer. En ocasiones me he tenido que obligar a parar para no pasarme de los capítulos que había que comentar. Me ha encantado la familia tan bonita que crean Robert y Marianne, la educación que les dan a los cinco y además, que hagan sentir a Nivi una más. Kate, a pesar de que en momentos me ha parecido egoísta, ha acabado siendo mi favorita; Becca y Kyle me han parecido adorables y Kenan, ajam… ¿Puedo hablar de él? Porque me tenía enamorada, pero llegó a un punto, en el que me decepcionó por completo. Otro personaje importante ha sido James. ¿Qué quién es? Pues digamos que un amigo que ayuda a Nivi a olvidar a su mayor pesadilla… Aunque si queréis descubrir quien en Jame y quien es la pesadilla de Nivi, os aconsejo que lo descubráis vosotros mismos mejor. Por otro lado debo decir, que he tenido muchos sentimientos encontrados mientras iba leyendo la historia, a veces sentía tristeza, otras felicidad, ganas de llorar, ganas de reír, un cúmulo de sensaciones imposibles de describir, pues la historia es como una montaña rusa, impredecible en cada capítulo, que siempre te deja con ganas de seguir avanzando, y más con ese final que me ha dejado con ansias por descubrir cómo continúa, ya que es la parte 1 de la Bilogía Nivi y al parecer también pertenece a la serie Hielo y Nieve, las cuales no he leído, pero está claro que voy a leer, pues me ha encantado la pluma de Irene y no sé si aplaudirla por todo lo que me ha hecho sentir o regañarla por ese final. En definitivas, Nivi es adorable y es una historia que enamora.
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