Espléndida obra teatral de un autor con mucho futuro. Un faro inútil, un padre, un hijo, una playa repleta de migrantes, un pasado doloroso. Entre el egoísmo y la solidaridad, entre el arrebato del hijo y el miedo del padre, entre las dudas y la pulsión interior, entre la incertidumbre y un futuro estático, entre el amor del padre y el amor al próijmo. Una pieza de teatro con diálogos certeros y con dosis de lirismo que sacude el interior, despierta la conciencia, no deja indiferente, que se lee con gusto y abre el apetito por más teatro, por más obras de este autor, que para mí ha sido todo un feliz descubrimiento, porque este es el teatro que hace falta, alejado de la comedia de salón.
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