 |
No me esperaba que esta historia fuera escrita de esta manera. La protagonista es una muñeca que vive en un mundo fantástico con otros juguetes y trabaja haciendo ropita para ellos donde les cose deseos para que se cumplan. Un día, las ratas invadieron su país e hicieron cosas horribles, ella se adentró en el bosque y el viento mágico la llevó a Cracovia, Polonia en una tienda de juguetes donde conoce a un veterano de la Primera Guerra Mundial con un pasado doloroso. Todo se tuerce cuando los soldados nazis invaden Polonia y se llevan a sus amigos judíos. Entonces ellos deciden ayudarles. La historia mezcla la realidad de una guerra con la fantasía e inocencia de los niños y los juguetes donde se involucra mucho la mágia y la belleza a pesar de los horrores de la guerra. Me pareció una historia triste a la par que tierna explicada de manera fácil y fluida. Transmite sentimientos como felicidad, rabia, tristeza, esperanza, hay partes con mucha adrenalina,... Un historia amena explicada de manera simple pareciéndose a un cuento con metáforas que te hará pasar por muchos sentimientos. Los personajes bien construidos se acercan mucho al mundo real, a veces hasta me olvidaba que Karolina es una muñeca. El pasado de El fabricante de muñecas es muy duro pero ayudó en su construcción y también es necesario saber de él para entender su postura en el presente de la historia. Los dos personajes principales pasan por sus propias guerras tanto internas como externas pero la amistad tan extraña que los une hace que se ayuden mutuamente de manera desinteresada para intentar solucionar los problemas de los sus mundos quebrados. Recomiendo este libro porque me pareció muy curioso leerlo desde esta perspectiva y me sorprendio la combinación de lo real con lo mágico. |
>
