La noche que paramos el mundo

Wow. Este libro ha dolido. Ha dolido mucho…

¿Sabes cuando acabas un libro con el corazón en un puño estrujándolo tan fuerte que no sabes si va a reventar? Pues eso me ha pasado con «La noche que paramos el mundo».

Iba un poco con los ojos vendados, sin querer saber mucho del libro, dejándome sorprender. ¡Y vaya si lo ha hecho!

Me ha sorprendido muy gratamente cómo entre las páginas que conforman esta historia he descubierto la amistad, el amor, la traición, las segundas oportunidades, el miedo, el dolor, la búsqueda de uno mismo… Y tantas cosas más que serían un enorme spoiler y que, de verdad, hay que descubrir a medida que se va leyendo.

Marina ha sido un personaje muy especial. Tiene una evolución total y absolutamente maravillosa. Consigue hacerte parte de su vida, sus miedos, decisiones… Con ella aprendemos que hay jaulas de las que hay que salir y volar.

Noah es una tormenta de verano en un día caluroso: aparece sin avisar y te cala hasta los huesos. Es conocerle por primera vez y no ser capaz de no quererlo.

Y Leo… Dios. Leo es tan especial que se te mete dentro y te hace pensar. Leo es un torbellino, un tsunami. Y aún no hemos empezado a ver la cresta de su ola.

Esta historia, estos personajes son tan especiales que calan en lo más hondo y te hacen pensar y valorar. Además, el estilo es rápido, la trama principal te atrapa, pero ¿las subtramas? Esas te cogen la mano y no te sueltan hasta el final. Y cuando te has dado cuenta no es tu mano lo que está siendo agarrado, es el corazón en el puño de la autora.

Tiene un formato precioso: el libro se divide en canciones y los capítulos son los versos de las mismas. Los hay más largos y más cortos, pero en todos hay algo importante, algo que te hace pensar.

Necesito saber qué va a pasar. Necesito ese disco en mi vida. Y solo puedo pensar una cosa: voy a sufrir.
Enlace: https://intothebooksweb.word..