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Nos encontramos ante una novela de enfoque juvenil con puntos temáticos interesantes para poder desarrollar a otro nivel. Cuatro universitarios se ven envueltos en una aventura increíble a nivel cósmico. El desarrollo de la novela ha sido ágil, intercalando narración y diálogos hasta cierto punto compensados. Como he apuntado antes, el gran acierto de esta historia son ciertos puntos integrantes de la ciencia ficción que, aún hoy día, despiertan interés. Por ejemplo, la tecnología con hologramas que ya estamos viendo actualmente ( muy utilizado en conciertos musicales de artistas fallecidos o maduros, como el último de Abba), y la teoría de los agujeros de gusano en constante teorización por parte de renombrados científicos. Y con el desarrollo de la trama se capta que Natalia es una apasionada de ellos. La parte más floja de la novela han sido para mí los personajes protagonistas, que, aunque han ido evolucionando desde la linealidad plana del principio (donde me quedé muerta por la falta de reacción emocional), no han acabado de provocarme sensaciones ni empatía. Personalmente opino que los secundarios se los han comido. Ocasionalmente he tenido algún problema para visualizar o contextualizar la acción en el espacio, pues la descripción me ha parecido algo escasa o poco clara. Sin embargo, la pluma de Natalia es imaginativa, ingeniosa y muy soñadora. Ha sido capaz de diseñar un planeta extraterrestre, razas alienígenas, flora y espacios naturales...y construir una trama cuyo objetivo no voy a desvelar y que es terrorífico. Y no olvidemos que es su primera novela, así que tiene mucho germen en desarrollo 👏 Y por supuesto se enigma del título me parece genial...¿que cuál es?...aahhh lee el libro. Si te gustan películas como "Interestelar", "Prometheus"...te resultará simpático. |
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