Empecé leyendo este libro con muchas ganas por ser de una autora de mi tierra, y la verdad es que el retrato de la ciudad, historia y cultura de A Coruña no me ha decepcionado. Por otra parte, he disfrutado mucho de la duda que carcome a los personajes, de la reticencia que los lleva a no actuar en ciertas ocasiones por esa inseguridad que, en mayor o menor medida, nos afecta a todos. También me ha gustado que la autora haya tratado temas como el maltrato y las relaciones tóxicas, ya que era algo que no esperaba y me parece un tema muy presente en nuestra sociedad que necesita ser debatido y expuesto, pero creo que hay ciertos «agujeros» en la trama y que hay situaciones que no terminan de encajar o de resultar muy verosímiles. Tengo una sensación final un tanto agridulce con esta novela, ya que aunque ha habido cosas que sí me han gustado y en ciertos momentos me he enganchado, en otros capítulos he sentido que la narración era muy redundante, el comportamiento de los personajes un poco incongruente y el final me ha dejado fría y con la sensación de estar inacabado. Rocío escribe de una manera muy sencilla que permite que la lectura sea amena y fluida, exceptuando los detalles que he comentado anteriormente. La narración se centra en la trama y en los acontecimientos que la forman sin aderezos ni extravagancias, a excepción de las pequeñas dosis de historia sobre la ciudad de A Coruña, que están perfectamente hiladas con las subtramas de la novela. Para: Amantes de la novela romántica. Fans del amor a primera vista. Cualquiera que busque una trama joven y liviana. |