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Fantasear nos ayuda a pensar. Intentar dar forma y confrontar nuestras ideas de justicia e igualdad en la ficción nos ayuda a imaginar cosas mejores. Y poder imaginar un futuro distinto es el motor de la esperanza. Por eso es un gusto leer libros como este, que reimaginan el futuro cuestionando el presente, poniendo en el centro del debate aquello que a veces nos cuesta articular de forma clara, aquello que está ya tan viciado que no sabemos cómo expresar para que se nos escuche y se nos entienda. Concordia es un planeta justo e igualitario, vegetariano y ecologista, un planeta que se entiende como ideal. Hasta él llegan tres habitantes de Mirguissa demandando asilo. Y es ahí, al ver confrontados los modelos, costumbres e ideas de ambos planetas cuando surge el conflicto, pero también la posibilidad de entendimiento y de comprensión, de compromiso y de consenso. La posibilidad de crear un lugar que sea acogedor para todas las realidades. La posibilidad de lucha y mejora dentro de las coordenadas culturales de cada población, sin que esas coordenadas deban verse borradas, olvidadas y asimiladas en pos de una neutralidad etnocentrista, que siempre esconde un pasado de opresión. Lola Robles pone en el centro del relato el rechazo al otro, a todo aquello que nos es ajeno y que tampoco nos permitimos conocer. La falta de escucha hacia quienes no son como querríamos que fueran. Las ideas que se repiten como mantras, aunque la realidad nos contradiga o pudiera hacer que nos replanteáramos ciertas cosas. El libro de Lola Robles establece la observación, la empatía, el diálogo y la escucha como los ingredientes necesarios para el entendimiento, para llegar a acuerdos, para entender a las demás personas no desde el juicio automático, sino desde la comprensión de las realidades concretas. Es un libro que plantea situaciones muy reales, y que sugiere una manera de abordarlas, sin quitarles complejidad, poniendo todos los elementos sobre la mesa y confrontándolos a través de personajes que dialogan, que muestran todas sus aristas, que no tienen miedo de aprender sobre lo que no conocen. Me ha gustado mucho este librito que, en tan solo 93 páginas, es capaz de hablar de muchas cosas, capaz de hacerte reflexionar sobre temas importantísimos. Y, además, es capaz de hacerlo desde la esperanza, abriendo un caminito de luz por donde poder tirar. Muy recomendable. |
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