El niño del callejón

Tengo que reconocer que, al principio de la historia, no terminaba de conectar con lo que nos cuenta el narrador a lo largo del libro pero, por suerte, a medida que iba avanzando por sus páginas iba conectando más y más hasta meterme dentro del libro de tal manera que me costaba un poco volver a la realidad. También quisiera comentar en este párrafo que "El niño del callejón" se sale de mi zona de confort lectora porque es un tipo de texto que no suelo leer como bien sabéis los que lleváis mucho tiempo siguiéndome. 

 

"El niño del callejón" nos pone de relieve la importancia que tiene la infancia, la adolescencia, la edad adulta y la vejez; en definitiva, refleja la importancia que tiene la vida en todas sus vertientes: como afrontan la vida los niños, los adolescentes, los adultos...; como se empieza a establecer las distintas relaciones que se pueden dar entre los propios familiares, amigos, vecinos....

 

El libro está narrado en forma de memorias del narrador protagonista de esta historia mediante extractos escritos por él mismo para no olvidarlos nunca. 

 

A lo largo de la lectura de "El niño del callejón" me he encontrado con algunas frases que han dejado poso en mi interior, frases como por ejemplo: "En realidad, los años no son nada; somos nosotros los que les damos el carácter que los define" (frase que se puede encontrar en la página 52). 

 

Finalmente, la lectura de "El niño del callejón" me ha servido para tomar consciencia de que la vida es para aprovecharla, de que hay momentos y situaciones en las que si no estamos atentos es muy complicado que en el futuro vuelvan esos mismos momentos y situaciones.