Año uno

“No, no permitiría que un sueño fruto de su débil y nervioso subconsciente echara eso por tierra. Se levantó de la cama, a pesar de que todavía se sentía cansada. Disfrutó de una ducha —ah, los chorros de hidromasaje, el jabón perfumado y el champú eran una delicia— y repasó lo que sabía sobre sus compañeros de casa”. ~ Año uno de Nora Roberts.

Volvemos al mundo apocalíptico causado por un virus… Lo sé, lo sé, tengo un problema. En este caso el virus se llama Juicio Final y se carga a una parte importante de la población de la Tierra. Con tintes de distopía (¿distopía?), ciencia ficción y fantasía (sí, todo eso en la batidora), tenemos Año 1, primera entrega de una trilogía sobre “La elegida”.

Efectivamente, partimos de la base de que esa ”elegida” vendrá a salvar el mundo, o lo que queda de él, porque los habitantes se van dividiendo entre “buenos y malos”, con sus sueños y visiones (¡Ay!, ¿a alguien más le suena esta historia pero escrita por otro autor, mal llamado “rey del terror”?). No os cuento más que luego todo se sabe.

Ni que decir que me lo he pasado pipa con este libro. Me ha divertido, le he cogido cariño a los personajes, –algunas cositas son un poco chirriantes, eso también–, me va gustando la trama –aunque es bastante predecible, y si no lo adivina el lector, lo hacen las predicciones de los seres que ven el futuro–. En resumen, hadas, duendes, cambiantes, seres de luz y de oscuridad en un mundo apocalíptico. Yo os animo, se lee solito.

Spoiler: en el libro también alguien pensaba que del virus iban a salir mejores 🫣.