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Cuenta la historia de Jon lleva veinte años interpretando a un asesino en televisión y, pese a la fama y el dinero, vive atormentado por el personaje que representa. Decide abandonarlo todo y retirarse a una casa perdida en un pequeño pueblo. Lo difícil será mantener el anonimato. Pronto su paz será alterada por una serie de escabrosos sucesos. Un thriller con muy pocos personajes y con escenarios limitados. Dos casas, un bosque, un pueblo, un actor y una presencia. Me gustan los thrillers que se sostienen de lo cotidiano, con personajes bien construidos y complejos. La primera parte del libro me recordaba al cine clásico, a las películas donde se intuye más que se ve, donde sonidos y crujidos hacen que se te ponga la carne de gallina. La segunda parte acelera el ritmo bastante, casi hasta ser algo precipitado. Tenía la sensación de que un guiso hecho a fuego lento acababa siendo una olla rápida (véase la metáfora de señora cocinillas). Este acelerón final me dejó un poco desconcertada. No obstante, en su conjunto, es un thriller que me ha gustado y recomiendo. de hecho, seguro que no es mi último encuentro con el autor. ⭐️⭐️⭐️✨/5 |
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