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a historia comienza presentándonos a un Leo con serios problemas de adicción al juego. Este problema lo ha sumido en una espiral de deudas, mentiras y verdades a medias, de la que le es imposible salir y sabe que, en cualquier momento, le explotarán en la cara y dejarán a la vista de todos, incluida Laura, su mujer, la verdadera situación económica que Leo tanto se esfuerza por ocultar y la causa de dichos problemas. Que harías si un desconocido pareciera conocer tu situación, se apiadara de ti y te ofreciera solucionar todos tus problemas? ¿De verdad se puede cambiar la suerte? Leo siempre achaca su mala situación a una mala mano de pócker, a una mala tirada en la ruleta o a cualquier otra cosa que no sea reconocer que realmente, tiene un gran problema con el juego. Desesperado, en una parada de bus, esperando para volver a casa, después de una mala noche en el casino, un desconocido le ofrece la posibilidad de hacer desaparecer todos sus problemas y además, cambiar su suerte de modo que pueda seguir jugando sin perder, recibiendo el dinero a manos llenas y disfrutando de la vida como se merece. Es justo lo que Leo ha esperado, cambiar la suerte de manos. Ambiciona esa jugada maestra que le devuelva la suerte que tan esquiva parece que le ha sido. Pero todo tiene su precio. En un principio Leo no lo toma muy en serio, pero tras verse acorralado por el casero que le reclama el alquiler del piso dónde viven, termina pensando que nada tiene que perder por probar. Así que se arma de valor, y termina siguiendo las instrucciones del ritual que el desconocido le ha dado, y a partir de esa misma mañana, al despertar, todo parece empezar a cambiar. Las deudas desaparecen, aparece efectivo en el banco como por arte de magia, sin saber ni cómo ni de dónde, y su suerte empieza a cambiar de un modo tan brutal como inexplicable. Leo consigue un ascenso en el trabajo, dónde antes esperaba ser despedido de un momento a otro porque su ludopátia empezaba a afectar tanto a su rendimiento como a su compromiso con la empresa, solía llegar tarde y su productividad había descendido de manera tangible. Así pues, con la situación en clara ventaja, con el dinero llamando a su puerta y con la sensación de poder comerse el mundo, Leo emprende una nueva vida, cambia de domicilio y se convierte en alguien en quien nunca soñó poder convertirse. Pero como decía, todo tiene un precio. Y esta vez, no iba a ser diferente. Lo que Leo no sospecha, hasta que no empieza a atar cabos, es que el ritual no es otra cosa que un pacto con el mismo diablo, que irá consumiéndolo y apoderándose de su alma, tras cada golpe de suerte, y en consecuencia, Leo empezará a cambiar tanto interna como externamente. El no será capaz de apreciar estos cambios, cegado por su ambición y su despotismo, pero los demás a su alrededor, se irán apartándo de él progresivamente, empezarán a temerle, y se convertirá para todos, incluso para Laura su mujer, en una persona terrible, irascible, egoísta( más aún de lo que ya lo era), déspota y ególatra, según el diablo vaya tomando posesión de su alma. Cuánto más se sumerje en la espiral de suerte y autosatisfacción, más se consume y degrada, y más deprisa va decayendo y cambiando. al final, ni él mismo puede reconocerse. En ese proceso, llega un momento que se da cuenta de algo, siente como una presencia oscura lo acecha, lo rodea, repta a su alrededor esperando... Pero esperando qué? Sólo sabe que no puede mirarse en los espejos porque cada vez que lo hace se siente arrastrado hacia el interior, y en el reflejo sólo puede verse a sí mismo aterrorizado, mientras un ser ominioso lo rodea impidiendo que pueda escapar. Obviamente no sabremos el porqué ni el quién hasta el desenlace, y mientras tanto la trama nos desentraña los detalles de todo este proceso de autodestrucción, descubrimiento y concienciación. Creo que puedo decir sin lugar a dudas que lo que más me ha gustado durante la lectura y sobretodo al final, es el mensaje que nos deja, la moraleja. Y es que no hay excusa, cuando sabes que algo está mal, está mal. de nada vale la autocomplacencia, la autosatisfacción, tenerlo todo, si al final, estás solo y no tienes a nadie con quién compartirlo. Nada es gratis, todo tiene un precio, en este caso, su alma, y si lo trasladamos a la vida real, lo mismo. Podemos perdernos a nosotros mismo en pos del egoísmo y de la ambición, de querer tenerlo todo a cualquier precio, pasándo por encima de quien se nos ponga enfrente, y al final, somos capaces de hacer cosas tan cüestionables, tan deleznables y desdeñables, que acabamos solos y sin saber si todavía queda algo de nosostros mismos que no se haya corrompido. Como os decía al inicio de ésta reseña, el libro se lee muy rapidamente y lo disfruté mucho, me mantuvo intrigada hasta el penúltimo capítulo, pero tengo que decir que al llegar a los dos últimos capitulos, perdió fuelle, es decir, que el desenlace fue para mí, un poco flojo. Creo que el problema que yo le veo es que según se desarrollaba la historia, y siendo el personaje como era antes incluso del pacto, no merecía redención. Personalmente me hubiera impactado mucho más un final acorde con todo el desarrollo, es decir, el final debería haber sido, y siempre según mi criterio que es sólo mío obviamente, mucho más terrorífico, trágico y dantesco, porque según yo lo veo, Leo cruzó un punto de no retorno, que no se arregla son sortilegios de poca monta. El diablo es muy listo, y no se le puede engañar tan fácilmente. Que todo se arregle sorprendentemente bien, y de hoy a mañana Leo se convierta en un buen samaritano, pese a estar todavía influenciado por la presencia del demonio, es algo que no me termina de cuadrar y me chirría un poco. También hubiera agradecido que la novela fuera más larga. Creo que una mayor longitud de páginas, hubiera favorecido un desarrollo más detallado, la autora hubiera podido sacar mucho más jugo de la historia, jugar con el terror, el miedo, la desesperación, consiguiendo que el lector los sintiera en la piel a través del personaje de Leo, de la propia Laura, a la sigo conociendo ahora lo mismo que al principio de la trama. Nos hubiera sido mucho más fácil empatizar con la situación de Leo, con su problema, sumergirnos en el ambiente oscuro que trata de retratarnos, y así, al menos yo, no he podido conectar con ninguno de ellos, porque la historia se precipita a un ritmo tan rápido, que es imposible llegar a conocerlos realmente, ponerse en su piel y sentir el miedo y la oscuridad, a través de los personajes. Y casi se me olvida comentar que me pareció detectar dos pequeños fallos argumentales que deberieron pasar por alto durante la corrección, o eso, o es que se me hizo raro al leerlo y no lo entendí como debía, que también podría ser. Aunque de al menos uno de ellos, estoy bastante segura. El segundo podria tratarse de según la intuición del lector. Aún con todo, porque algún "pero" tiene pero también muchos "pros", es una lectura que he disfrutado mucho, ha sido muy amena, y el tema del que trata a mi me engancha siempre. Y si además tiene moraleja, pues mejor que mejor. Es un libro perfecto para leerlo entre lecturas mucho más pesadas, y el modo en que está escrito, el lenguaje directo, los tiempos, y la forma de narrar, dan como resultado que la lectura sea muy fácil, sencilla, comprensible e ideal para devorarlo en un ratito. Enlace: https://sassenachscrap.blogs.. |
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