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Aviso: esta reseña contiene spoilers sobre los primeros libros de Las pruebas de Apolo y sobre parte de los libros de la saga de Percy Jackson, ya que pertenecen al mismo universo. Si te gustan la mitología y las épicas aventuras, no puedes perderte los libros de Rick Riordan, cargados de humor y de carismáticos personajes. Lester ha perdido los poderes que poseía cuando era el dios Apolo, pero lucha para seguir siendo un héroe. Después de salir con vida del Laberinto en Llamas, deberá hacer frente a una nueva ofensiva del triunvirato, que busca destruir el Campamento Júpiter. Para salvar el mundo, Lester y sus amigos deberán encontrar la tumba olvidada de un tirano inmortal, un rey romano mucho más peligroso que los enemigos con los que se han enfrentado hasta ahora. En este nuevo libro, continua la evolución de Lester/Apolo hacia un personaje mucho más humano. Cuando miras atrás, es increíble el cambio que ha logrado, algo sobre lo que reflexiona el mismo personaje en el libro y que Riordan hace de una forma muy orgánica a través de las relaciones que tiene con el resto del elenco y de lo que va aprendiendo en su camino. Junto con una narrativa divertida, el autor consigue construir un personaje muy complejo y al que le acabas cogiendo mucho cariño. La trama del libro sigue la misma estela que los libros anteriores, trayendo personajes conocidos para apelar un poco a la nostalgia del lector para ayudar a Lester en su aventura. En esta ocasión, tienen aún más peso que en anteriores aventuras y sufren también una evolución que me ha gustado muchísimo, haciendo que le coja más cariño aún a personajes ya conocidos. El tramo final, me ha encantado y ha logrado engancharme de manera sublime. Sólo queda esperar que depara la última gran aventura de Lester después de un libro muy redondo y entretenido. Irbis. |
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