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En 1890, la mayoría de las chicas de buena familia solo dedican su tiempo a comprarse bonitos vestidos para asistir a fiestas con ellos, y allí poder encontrar el marido perfecto. A la madre de Animant Crumb le hubiese gustado que su hija fuese así, pero nada más lejos de la realidad. A Animant Crumb, la protagonista de esta historia, ni le gustan los bailes, ni su mayor aspiración es la de casarse, lo que ella realmente adora son los libros. Y a eso es a lo que dedica la mayor parte de su tiempo, a la lectura. Pero su vida, dará un giro inesperado cuando su tío le ofrezca un puesto de trabajo en una biblioteca de Londres. Allí conocerá a Thomas Reed, el bibliotecario, un hombre serio y bastante desagradable, por el que poco a poco comenzará a sentir algo. Dos personas de mundos muy diferentes, pero con una cosa en común, su gran amor por los libros. ¿Podrán dos personas tan diferentes y obstinadas tener un futuro juntos? Algunas veces se necesita leer una historia con la que no te encuentres en tensión todo el tiempo, y en la que no pasen muchas cosas, con la que simplemente quieres desconectar. A pesar de tener más de 550 páginas, a mi no me ha resultado pesada, la pluma de la autora me ha parecido fácil de leer. La biblioteca es el marco donde se desarrolla la mayor parte de la historia, es como si fuese un personaje más, al que te gustaría conocer. En general, todos los personajes me han gustado. Animant, aunque tenía cosas que me ponía de los nervios me parece un personaje interesante, y Thomas Reed, a pesar de ser tan osco es fácil cogerle cariño. Pero realmente el personaje que más me ha gustado ha sido el de Elisa, una chica que no sigue las convicciones sociales, que a pesar de provenir de familia humilde estudia en la universidad. A pesar de ser una novela histórica, yo la metería más en la romántica. Si lo que buscas es una novela para pasar el rato sin más pretensiones este es tu libro. |
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