Un ático con vistas

¿Podemos hablar de la profundidad que tienen los personajes creados por Eleanor Rigby? Yo lo siento si me repito con esto, pero es que me parece importante remarcarlo todas y cada una de las veces. Los protagonistas de esta historia no pueden ser más diferentes: Matty es un ser de luz, una «happy flower» como la copa de un pino y solo dan ganas de tenerla cerca para que se te pegue ese algo tan especial que tiene; Julian, por su parte, es huraño, reservado, las ha pasado canutas y te dan ganas de darle un abrazo bien fuerte. Me ha gustado mucho cómo se ha ido desarrollando su relación y no me he podido reír más con su primer encuentro (en serio, cada vez que pienso en él me río sola). Los secundarios, los vecinos del n.º 13 de la calle Cortázar, son para dar de comer aparte y los adoro por ello.

Una comedia romántica en la que no faltan los traumas, las risas, los cotilleos, la ternura y la locura. Ojalá vivir en esta comunidad de vecinos.