Leer las memorias de Emma es impresionante en todos los sentidos, porque vivió bajo condiciones inhumanas siendo tan solo una niña, y porque la voz con la que narra se conserva, de alguna manera, inocente. Es como si invitara al lector a conocer el mundo que ella estaba descubriendo en ese entonces, pues escribe exactamente lo que un niño diría o pensaría. Creo que el libro va mucho más allá de Emma Reyes. Es una niña narrando la crueldad. Emma puede representar a los niños que tanto han sufrido por falta de oportunidades y por maltrato. En sus cartas el lector puede viajar a su pasado, pero también puede servir como un retrato de la realidad del país en el que vivimos. Sus memorias son una denuncia contra la injusticia, la crueldad, el clasismo y la inmoralidad de la Iglesia. Estas cartas muestran desde los recuerdos de una niña lo que significa no tener oportunidades y callar ante lo injusto. Les recomiendo esta lectura, la disfruté muchísimo. |