En la línea del primero. Aunque he de decir que ha habido algunas cosas que han cambiado para mí, algunas a mejor y otras un poco a peor. El personaje de Elder gana un poco de profundidad con las consecuencias de sus decisiones, mientras que Amy parece una niña mimada de doce años, egoísta e insoportable. La dinámica del misterio que se plantea me pareció más propia de un libro juvenil que de un YA, pero otros aspectos hacia el final de la trama hacen que al final no se haga totalmente innecesario. Pero por lo demás ha estado entretenido, y por fin ha tomado un rumbo que se presenta como refrescante. |