Mil razones para quererte

En esta segunda parte, Elena y Marcos quieren saber hasta donde pueden llegar. Marcos ha vuelto a Londres y Elena comienza un trabajo como veterinaria en una clínica. Pero separarse en el momento más dulce de una relación no es nada sencillo, y aunque, la tecnología ayuda a mantener la comunicación, poco puede hacer con las ganas de tocarse, besarse y esas cosas.
Así que, aunque al principio lo llevan aparentemente bien, la distancia comienza a minar la confianza y crea dudas y miedos. El que no puedan estar juntos en momentos especiales y que las vidas los absorban de forma que la comunicación se resienta tampoco ayuda. Y además de todo eso, llegan las Navidades, con todo lo que eso significa para Elena.

Si ya en la primera novela la amistad era importante, en esta que los ánimos están decaídos es todavía más importante. Elena toma una muy buena decisión de la manera menos acertada, pero Marcos la conoce lo suficiente para comprender sus motivos, aunque eso no quiere decir que no sufra igual.
La novela sigue en su linea, con un toque dramático mayor pero que se soluciona bastante rápido. Las amigas de Elena toman un poco más de protagonismo y seguimos conociendo más profundamente a los protagonistas.
La novela es rápida y entretenida, se lee rápido, pero es un poco pensada con todos los pensamientos negativos e intrusivos de Elena, y cuando no es eso, y está en compañía de Marcos volvemos al tema sexual, haciendo que otros puntos y matices pierdan importancia.
Aun así, la bilogía en general es una buena lectura. Para mí, los mejores personajes son Marcos, Amanda y Lisa, todos son unos amores.