¡Hola lectores! Hoy les traigo la reseña de una novela que he disfrutado mucho.En una edición preciosa, esta novela nos sumerge en una historia muy original, fresca, de fácil lectura y con algo que me ha encantado, grandes dosis de misterio e incluso tensión en sus capítulos finales. A lo largo de la novela, escrita con un lenguaje sencillo, en capítulos no muy largo y con saltos temporales entre el pasado y el presente, iremos conociendo a nuestra protagonista, Amy. Una mujer joven, que en el pasado sufrió un hecho que hizo que su mundo de desmoronara. Amy se aísla de todos y busca refugio y seguridad en la gran cantidad de objetos que acumula en su hogar: botellas, periódicos, ceniceros, espejos, encendedores, jarrones, macetas, pájaros de porcelana… que para ella son sus tesoros y tiene un significado especial. Todo cambiará con la llegada de unos nuevos vecinos a la casa de al lado, que la obligarán a replantearse su modo de vida y con el descubrimiento de un objeto en su jardín, que la devolverá a su pasado y a descubrir por fin el misterio y la incertidumbre que lo rodea. Esta es un novela intimista, que nos habla de la vida de Amy, desde su juventud hasta la actualidad. Iremos viendo su progresivo cambio y conociendo los motivos que hay detrás de cada uno de sus actos. Amy es un personaje que me ha despertado ternura y no me ha costado empatizar con ella. Una historia que habla sobre dejarnos ayudar por los demás, sobre las relaciones humanas y la capacidad de sanar el pasado. Una historia de esperanza y transformación. Y también es una novela con grandes dosis de misterio e incluso el final me ha tenido literalmente pegada al sillón sin poder dejar de leer. Una historia preciosa, tierna, original, humana y con grandes dosis de misterio. Para mí, lo tiene todo y no puedo dejar de recomendarla. |