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Que me gusta la novela histórica es algo que todos saben. Y si la trama sucede durante la segunda guerra mundial voy de cabeza y más si tiene lugar en España ya que de esas hay muy pocos libros. Canfranc es un pueblo en los Pirineos donde encontramos una estación ferroviaria (que por lo que he visto en fotos y leído tiene que ser espectacular en persona). Esa estación era un punto de la frontera importante durante la contienda: suponía una forma de salir de la Francia ocupada y entrar en la España "neutral". Muchas personas la cruzaron huyendo del régimen nazi, algo que se volvió casi imposible durante los años más crudos de la guerra. En este aspecto, la documentación es excepcional, se nota al leerlo ya que la autora nos cuenta muchas curiosidades de la estación, el hotel que hay en ella y de la época. Y en ese aspecto me gustó mucho ya que era una parte de la historia que ignoraba. El libro nos cuenta la historia de un grupo de personas que ayudaban a los refugiados de guerra a escapar de una muerte horrible y segura. Mi gran pero es que en ningún momento llegue a empatizar con los personajes. Eran planos y o buenos buenísimos o malos malísimos, no había termino medio. Durante la primera mitad del libro no me importó demasiado ya que la historia era interesante. Pero poco a poco una trama romántica pasó a tener demasiada importancia, incluso eclipsando algunos momentos que se suponía que eran de angustia y esto hizo que según avanzaba fuese perdiendo mi interés por lo que sucedería. Era un libro al que le tenía muchas ganas. Si lo leí el mes pasado fue porque estaba leyendo "El cielo sobre Canfranc" (subiré en unos días su reseña para que estén las dos juntas) en una LC y me faltaban cosas que habían sido contadas en este en las que no entraba. No creo que me hubiese animado a leer el segundo de haber leído este antes, porque partiendo de un hecho histórico con mucho potencial para mi se ha quedado en un libro más que he leído con el piloto automático puesto... |
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