Año 1944. Valentina es una joven colabora de la resistencia y de la red de apoyo que intenta ayudar a la huida de refugiados y perseguidos por la Segunda Guerra Mundial a través de la estación de Canfranc. de la manera más fortuita e intrépida se topa con Franz, un paracaidista alemán. Surge entre ellos un amor más allá de ideologías y de miedos, y a pesar de tener todo en contra y de que cada uno de ellos pasa su sufrimiento en secreto, no hay obstáculo que pueda destruir su vínculo. Todo esto bastaría para leer una novela y disfrutarla, pero aún nos encontramos con mucho más. Esa misma noche el pueblo de Canfranc queda devastado por el fuego y trae como consecuencia el desplazamiento de sus habitantes a los Arañones. Promesas de reconstrucción y una estafa tan grande como desconocida para muchos lectores. Se recaudaron millones de pesetas de la época a través de donaciones de funcionarios (a través del salario de un día de trabajo), de o reos y campesinos, de colectas, cuestaciones, partidos de fútbol y muchas iniciativas más, pero el pueblo nunca se reconstruyó a pesar de las promesas de Franco. Con Canfranc Estación, los Arañones, como escenario principal y casi como una protagonista más, también recorremos otros lugares de Aragón, Galicia e incluso Francia a través de intrigas políticas, engaños, huidas, supervivencia, lealtad y amor. De la misma manera que la autora, siento una admiración y un magnetismo especial sobre la antigua estación de Canfranc, testigo de momentos brillantes y también de otros muy duros. Soy de las que ha paseado por allí pensando en todas esas ventanas, sin apartar de la mente la habitación bisiesta y lamentando el deterioro y olvido en que cayó al mismo tiempo que se alegra de que sea un destino turístico poco conocido y que así no termine siendo una atracción y pierda su encanto. Os recomiendo su visita, tanto a la estación como al entorno del lugar y la ruta de la novela "Volver a Canfranc" que realizan en @shivaviajes Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |