La última rosa de Shanghái

Me resulta difícil resistirme a una novela que toque, más o menos de frente, el conflicto bélico que enfrentó a casi todo el mundo entre 1939 y 1945. Si, además, se sitúa en un lugar tan exótico como China, mil veces mejor

Éstas son mis impresiones

La novela comienza en el año 1940 en Shanghái. Allí conoceremos a Aiyi Shao, propietaria de un exitoso club nocturno en la ciudad de Shanghái y perteneciente a una muy buena familia china. Ella será la protagonista. El protagonista es Ernest Reismann, un joven judío alemán que ha huido de Alemania junto a su hermana pequeña Miriam y se ha refugiado en Shanghái, a la espera de que sus padres también puedan viajar allí. Pero la vida de refugiado no va a ser nada fácil. Sin dinero, sin amistades, sin trabajo. Por suerte, los caminos de Ernest y Aiyi se cruzan y esta le va a dar trabajo como pianista de jazz en su club. No solo eso, sino que ambos jóvenes se ven irremediablemente atraídos desde el minuto uno. Pero lo suyo es una relación prohibida. En la China tradicional, la relación de una mujer china con un europeo no está bien vista. Pero es que, además, Aiyi está prometida desde la infancia con un amigo de la familia y, dada su edad, el matrimonio está cada vez más cerca. Si a eso le añadimos que Shanghái ha sido invadido por Japón y que la guerra europea cada vez tiene más presencia en esas latitudes, el conflicto está servido.

Me ha gustado muchísimo “La última rosa de Shanghái”, una novela de ficción histórica en el marco de la Segunda Guerra Mundial cuyo núcleo es una maravillosa historia de amor.

Casi toda la trama transcurre en el pasado, en los años de la guerra. Pero, de vez en cuando, nos situamos en el presente donde Aiyi está siendo entrevistada sobre aquellos años. Eso nos permite saber que por lo menos Aiyi ha sobrevivido y ha llegado a la ancianidad.

La ambientación histórico-espacial es buenísima. Son años tremendos para Shanghái, ocupada por los temibles japoneses. La situación de los refugiados alemanes primero y de los propios chinos después no es nada fácil. La autora nos explica bien lo que pasó y cómo se vivió por unos y otros. No se centra en la guerra así que no tengáis miedo los no aficionados a las novelas guerreras. Aún así, la guerra está ahí, sobre todo en la segunda mitad del libro y, aunque no veremos batallas, sí sentiremos muy cerca cómo la sufrieron los habitantes de la ciudad. Tanto los refugiados como Ernest cuya situación personal va a ser aún peor que a su llegada (que ya lo fue, como la de todo refugiado) como la de los chinos, incluidos los ricos y de buena familia como Aiyi que tendrá que hacer filigranas para sobrevivir, incluso para comer.

Los personajes son fantásticos. Tanto Aiyi como Ernest me han cautivado. Él es un buenazo sin lado oscuro alguno. Aiyi tiene más aristas, probablemente porque al ser china su forma de actuar se nos hace en algunos momentos rara a los occidentales. Toma algunas decisiones discutibles pero es una mujer adelantada a su tiempo y a su país que no se conforma con el papel de muñequita asiática que el nacimiento en una buena familia le tenía encomendado. Ella es valiente y, aunque sojuzgada por las tradiciones milenarias en las que ha sido educada, no tiene tampoco problema en ir más allá de los límites establecidos para una mujer china de la época.

Una trama interesante, tanto en el aspecto histórico como el romántico. No os asustéis los no aficionados a la novela romántica porque es apta para todos los públicos. Es una historia de amor preciosa. Difícil como todas las historias bonitas y conmovedora en muchos casos. A mí me ha encantado

Conclusión final

“La última rosa de Shanghai” es una preciosa novela de ficción histórica que transcurre durante la ocupación japonesa de Shanghai durante la Segunda Guerra Mundial y que nos cuenta una historia de amor preciosa. Muy recomendable.



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Otra maravillosa novela de ficción histórica-romántica de Trini Vergara Ediciones. Una historia de amores imposibles y matrimonios concertados. Una protagonista fuerte y decidida, con una lucha interna con las tradiciones que someten a las mujeres. Dos personas de culturas distintas que se conocen en el marco de la Segunda Guerra Mundial, en una SHANGHÁI ocupada por los japoneses. Miedo, incertidumbre, pobreza, refugiados, prisioneros, amor, esperanza y una búsqueda incansable. Es una historia cruda, desgarradora y conmovedora.
Narrada en tercera persona y en primera persona para la protagonista. Capítulos cortos. El ritmo va aumentando mientras avanza la narración. Weina, la autora, nos muestra el comportamiento y las tradiciones de una cultura de patriarcado. Me ha encantado su pluma sencilla y delicada, pero que a la vez te remueve por dentro.

"La última rosa de Shangái" nos muestra otra realidad tras la IIGM, con una China invadida por los japoneses y con una población creciente de refugiados que huían de la guerra con la esperanza de encontrar un futuro. Y es que a pesar de la visión Europa centrista que se tiene de este período, no hay que olvidar que fue una guerra mundial y que fueron muchas las implicaciones y repercusiones que esta tuvo.

Si bien es cierto que parte de una historia de amor, el romance no es el único pilar sobre el que se sostiene la obra, pues nos encontramos también con una ambientación maravillosa, que te envuelve, te atrapa y te transporta hacia lugares lejanos. Así como unos personajes que se sienten tan reales que te acaban cautivando.

Hay que destacar, también, el gran trabajo de documentación. Entre los estragos de la guerra y la lucha por la supervivencia, podremos apreciar muchos detalles de las costumbres y la cultura china. Un hecho que se verá ampliamente resaltado con el contraste cultural entre los dos protagonistas: una china y un judío alemán.

Narrada a través de capítulos en los que se intercala el punto de vista de ambos personajes tendremos la oportunidad de conocerlos individualmente y no solo en sus escenas compartidas. de esta manera sabremos más de la vida de cada uno de ellos y de qué los ha llevado hasta su situación actual, lo que nos permitirá entender su manera de actuar, pudiendo así apreciar todavía más la gran evolución que ambos sufren a lo largo de la historia.

Aunque el ritmo es algo fluctuante, con escenas muy dinámicas seguidas de otras que pueden resultar un poquitín más lentas y en ocasiones incluso un poco tediosas, en "La última rosa de Shangái" nos encontraremos con una historia conmovedora, de pérdida y miedo, pero también de superación y lucha incansable, que estoy segura de que gustará a los lectores habituados a la ficción histórica.

Me encanta cuando una novela, además de entretenerme, hacer que me enamore de los protagonistas, se me encoja el corazón, sufra con los personajes y me alegre con ellos, también me enseñe. Y "La última rosa de Shanghái" de Weina Dai Randel me ha dado todo eso y más

Siempre que he leído una novela ambientada en la Segunda Guerra Mundial, esta ha transcurrido en Europa (Alemania, Francia, Londres... sobre todo), por eso me ha resultado tan gratificante leer una novela cuya trama se desarrolla en Shanghái. No sé, vosotros, pero yo desconocía totalmente la terrible situación que se vivió allí en aquella época ¿Conocíais detalles de la invisión japonesa? Yo no,.

Por eso, he aprendido muchísimo y he simpatizado con cada uno de los personajes (excepto con los personajes japoneses, a esos ni agua). Y no solo nos muestra de forma vívida lo que supuso la invasión japonesa para los chinos de la ciudad, sino también conoceremos rituales y forma de pensar de la cultura china.

"La última rosa de Shanghái" es una historia emotiva y te tiene con el corazón en un puño durante sus casi 500 páginas ¡Lo que he sufrido con Aiyi y Ernest! ¡Qué pedazo de romance!

Es una auténtica historia de supervivencia y superación, con unos personajes arrolladores a los que se le cojerá mucho cariño (y a otros se les odiará much también).

Bien escrita, bien ambientada, bien documentada ¿Qué más podemos pedirle?

Un novela que no me ha dejado indiferente, que me ha arrastrado hasta Shanghái y que me ha mantenido con un nudo en la garganta de principio a fin.

Ambientada en el viejo Shanghái de los años 40, esta es una novela que relata una clásica historia de amor, de las que superan todo lo que se les pone por delante. Una historia de búsqueda, de lucha y de supervivencia, a las puertas de la II GM.

Siempre que he leído libros sobre la II GM ha sido en obras donde la acción transcurre en Europa, y en lugares muy simbólicos de esta guerra. Esta, en cambio, es la primera vez que la trama se desarrolla en otro continente.
La autora no solo nos habla de las miserias de la guerra y de la historia de amor entre Ernest y Aiyi, sino que refleja de forma detallada y cuidada las costumbres chinas, su estilo de vida, la cultura, sus tradiciones y sus rituales. También refleja muy bien el choque de culturas, cosa que me ha gustado mucho.

Se intercalan capítulos explicados y vividos por cada uno de los dos protagonistas. Tenemos narrador en tercera persona y, también, en primera persona, de la mano de Aiyi, la protagonista.

Con capítulos cortos y una pluma cercana y delicada, nos encontramos con una novela bien ambientada y bien documentada.