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El mundo está divido en cromas. Cada croma tiene los ojos de un color característico y unos poderes distintos del resto. Los Ónice fueron desterrados del continente de Colos hace muchos años y, desde entonces, viven en Nigrún, separados del resto de cromas, con los que están enfrentados. Xeth, nuestro protagonista, es un ónice rebelde que, junto con el grupo al que pertenece, realiza emboscadas a las caravanas de los recursos del Adalid, el tirano que gobierna Nigrún, para intentar mermar sus fuerzas y sobrevivir con los recursos robados. En una de estas emboscadas algo sale mal, por lo que el Adalid pondrá precio a la cabeza de Xeth y a la del líder de su grupo rebelde. Así comienza está historia de fantasía en la que la acción está presente en todo momento. Un mundo de razas, de poder, de magia...que me ha atrapado entre sus páginas desde el principio hasta el fin. El valor de la lealtad, la amistad, el amor, el poder, la traición y el afán de supervivencia tienen un papel muy importante en esta fascinante historia. La pluma de los autores me ha encantado, haciendo sencillo entender un mundo totalmente nuevo, con descripciones que no son para nada densas y todo narrado de una forma amena, cosa que no es fácil al comienzo de una saga de fantasía y menos en tan pocas páginas. "Ónice: pulsos de libertad" es la precuela de la saga "El matiz robado" la cuál, sin duda, tengo mil ganas de seguir descubriendo y, aún siendo precuela, no he echado en falta ningún dato para entender esta historia, por lo que creo que es indiferente cual de los dos libros leáis primero. Muy recomendado para los amantes de la fantasía. |
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