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La reseña de hoy tiene un sabor agridulce: La voz de plata de Alba Quintas Garciandia me ha fascinado, pero se encuentra descatalogada —porque la editorial cerró—. Por lo tanto, aunque no te lo pueda recomendar para que te lo compres, quizá lo tengas en tu biblioteca o seas una de esas personas que adquirió el libro, pero, tal vez, no lo hayas leído todavía. Esta reseña para vosotres, para que os animéis. La voz de plata es una novela corta que se centra en Marco Polo y sus encuentros con Kublai Khan, gobernante del imperio mongol. Cinco noches son el precio que el latino debe pagar por pertenecer a la corte del khan y recorrer sus dominio. Además, claro, de relatarle todo aquello que vea. Un recorrido por lo humano y lo divino de dos personajes tan históricos como mitológicos. De este modo, la novela se configura como una historia de conversaciones aderezada con relatos al estilo de Las mil y una noches. Sin embargo, lo relevante en sí no es la historia que le puede pedir Kublai, sino el intercambio de impresiones / de vivencias, pues ambos se presentan como dos seres imperfectos con remordimientos, que han tomado decisiones buenas y malas, con sentimientos, con un pasado que pesa o un futuro tan incierto como sellado. Uno de los temas centrales de la voz de plata es el arte de contar historias. El acto de narrar no trata, simplemente, de colocar una palabra detrás de otra para trasmitir un mensaje; requiere de cierta habilidad para encandilar a le(s) receptor(es). Una disciplina muy bien representada por Marco Polo, un viajero con una curiosidad colosal. Aquí entra en juego la habilidad de Quintas Garciandia: el estilo, la capacidad de introducir recursos literarios o su lírica manera de escoger las palabras hacen que este libro sea todo un homenaje a las letras. Si hablamos de cómo relaciona, cita y referencia textos de grandes autores, nos hayamos ante una obra con un trasfondo muy trabajado, interesante y que enlaza muy bien gran parte de la esencia de nuestra literatura occidental (especialmente de la literatura de viaje). Creo que desde la primera frase del libro, una cita de Italo Calvino, Alba hace una declaración de intenciones y la cumple con creces: «Saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y darle espacio» La lectura de la voz de plata me ha resultado emotiva, envolvente y me ha fascinado tanto la voz de plata de Marco Polo como al Khan. Lo he ido leyendo a sorbitos, despacito, disfrutando de cada frase, de cada aventura. Esta novela, para mí, se ha convertido en un lugar al que me gustaría regresar, tanto por los tópicos que utiliza, por los temas que trata, por los personajes o simplemente perderme por la narración. Un pequeño placer lector breve y que te deja huella de un modo u otro: «¿Acaso no es ese el poder de los que contamos historias, joven Marco? ¿Conseguir cosas que parecían imposibles?» La voz de plata |
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